domingo, 5 de octubre de 2008

Autoestima desde la perspectiva de Dios

Taller de Autoestima

En nuestra Casa-Iglesia estamos realizando, desde hace unos meses, un taller de autoestima. Es muy diferente pensar la autoestima desde el punto de vista biblico que visualizarla desde un punto de vista totalmente humano. Sin desconocer los aportes que los distintos profesionales tanto de la educación como psicólogos, orientadores, etc. han contribuido, enfocarnos en cómo nos ve el Señor en nuestro desarrollo personal, es sencillamente clarificador porque Dios nos proveyó desde el inicio del mundo de sus propios atributos. El ser humano ha desviado su mirada y la ha puesto solo en lo que el mundo dice, y en realidad el Señor desea que nos renovemos y nuestra mirada debe estar en Él porque es la Felicidad, la Bondad, el Amor, etc. sería infinito el listado de características de Dios. Si estamos con Él y en Él nuestra autoestima se elevará a un nivel nunca imaginado. Contaré lo que hemos reflexionado y trabajado con la venia del Señor:

1. Autoestima desde el punto de vista humano:

  • La autoestima es un tema de gran actualidad. Veinte años atrás no era tan importante.
  • Se suele hablar de la autoestima como una de la soluciones a todos los males actuales, Ej. si tengo baja autoestima todo me saldrá mal, si tengo buena autoestima todo me saldrá bien.
  • Se ha comprobado que la autoestima no tiene mucha relación con el éxito, se puede tener este aún con autoestima baja, basta ver como grandes figuras del canto o del cine, se han suicidado o se han transformado en personas adictas al alcohol y las drogas, para inventarse una felicidad que no nace del interior de ellos mismos.
  • Tenemos varios tipos de autoestima: académica, social, familiar, corporal, etc. Algunas personas que tienen excelente autoestima académica y tienen éxito en ese plano, pueden tener autoestima social baja y no saber relacionarse bien con otros.

En fin, lo cierto es que una persona con baja autoestima puede presentar como características, baja aceptación de sí mismo, se descalifica en los emprendimientos, suele ser pesimista al enfrentar los problemas, etc. sería muy extenso enumerarlas aquí. Una persona con baja autoestima puede llegar a entristecerse tanto, a victimizarse tanto que la depresión puede hacer presa de ella. Por lo tanto, la autoestima es algo que debemos cuidar...pero ¿cómo? Para ello es necesario tomar conciencia de sí mismo, saber quien soy y para donde deseo ir, es absolutamente necesario. Dios tiene toda la orientación necesaria para que seamos personas con buena autoestima porque Él nos ve así.

2. Autoestima desde el punto de vista de Dios:

  • Algo totalmente distinto y de mayor cuidado que el tipo de autoestima del punto de vista humano.
  • Revisemos el mandamiento supremo: "El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el primer mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que estos" (Marcos 12:29-31) A la luz de estos mandamientos vamos a revisar el concepto de autoestima.

3. Análisis del concepto autoestima:

  • Pretender que la imagen propia debe ser tal que nos sintamos bien con nosotros mismos, de tal manera que si una persona no reune las condiciones físicas necesarias es considerada fuera del sistema. En las empresas suelen no contratar a personas mayores, o a jovenes obesas, o si no tienen un perfil adecuado. Entonces para ser considerado, la imagen debe ser lo más cercano a la belleza que muestran en la TV o el cine. Tener vestimentas de moda y cortes de pelo ad-hoc.
  • Las personas que si reunen los requisitos antes mencionados suelen sentirse muy bien consigo mismos, se sienten orgullosos de sus figuras y presentación.
  • Esto hace que si la personas no son así, se averguencen y funcionen mal porque se deprimen y además pueden volverse hostiles. Si esta persona comienza a preocuparse e intenta salir de eso, pronto comenzará a mostrarse más, a ser más amable y a recibir aprobación de los demás.
  • Esta es la manera actual de como piensa el mundo e incluso hasta algunos cristianos. Sin embargo, sin desconocer que en lo dicho puede existir verdades, también hay errores. Nos ahorraríamos muchas desdichas si comenzáramos a pensar de otro modo, por supuesto sin descuidar nuestra apariencia y presentación. Es grato ver una persona vestida adecuadamente en la Iglesia.
  • La próxima vez vamos a ver como el ser humano ha sido el responsable absoluto de su autoestima debido a sus caídas.



sábado, 31 de mayo de 2008

¿QUÉ HAGO CON MIS PREOCUPACIONES?


Taller de Desarrollo Personal Cristiano
Miércoles 28 de Mayo 2008.

Esa tarde nos replanteamos sobre las preocupaciones, especialmente aquellas que nos puede conducir a una depresión y pérdida de la salud en general. ¿Qué aprendimos, algo sencillo de encontrar y a la vez complejo de practicar: vivir como los pájaros. En San Mateo 6:19-34 encontramos la orientación perfecta para vivir una vida sencilla sin preocupaciones. Vivir despreocupados no es vivir irresponsablemente o indiferentes a lo que sucede alrededor, es vivir ocupándonos de aquello que debemos ocuparnos, vivir una vida confiando en que nuestro Amado Dios va a proveernos en todo aquello que necesitamos. Y cuando venga el día malo, aquel día con tribulaciones, ocuparnos en expresar nuestra tristeza al Señor en oración para dejar nuestra carga a sus pies, sabiendo que Él se hará cargo.
"Aprender a vivir como los pájaros"
"Miren las aves que vuelan por el aire: no siembran ni cosechan ni guardan la cosecha en graneros; sin embargo, el Padre de ustedes que está en el cielo les da de comer. ¡Y ustedes valen más que las aves ! " Qué bueno saber esto, nosotros valemos más para Él que las mismas aves, por lo tanto con mayor razón nos dará siempre lo que necesitemos. Las aves vuelan de un lado a otro afanadas en lo que tienen que hacer, alimentarse, cuidar sus pichones, reproducirse, en fin, todo lo que el Creador les dijo que debían hacer, es decir, se mantienen ocupadas, y no preocupadas como lo hacemos nosotros.
"Así que no se preocupen, preguntándose: ¿Qué vamos a comer? o ¿Qué vamos a beber? o ¿Con qué vamos a vestirnos? Todas estas cosas son las que preocupan a los paganos, pero ustedes tienen un Padre celestial que ya sabe que las necesitan. Por lo tanto, pongan toda su atención en el reino de los cielos y en hacer lo que es justo ante Dios, y recibirán también todas estas cosas. No se preocupen por el día de mañana..."
Finalizamos el Taller reflexionando sobre las cosas que traen zozobra y nos dijimos, cuando estemos afligidos pondremos nuestras cargas en Cristo porque Él dijo: "...acepten el yugo que les pongo, y aprendan de mí, que soy paciente y de corazón humilde: así encontrarán descanso, porque el yugo que les pongo y la carga que les doy a llevar son ligeros" (San Mateo 11:28-30). Esto significa que siempre tendremos algo de qué afligirnos, una carga o un yugo que son ligeros porque Él nos ayuda a llevarlas y porque nunca pondrá algo que no podamos cargar, Él sabe hasta dónde podremos soportar. ¡Aleluya! Por lo tanto frente a la pregunta del Taller: "¿Qué hago con mis preocupaciones?" ... la respuesta es: ponerlas en nuestro Divino Señor.
Diácona Elena Montaner.

domingo, 4 de mayo de 2008

Estudio bíblico Febrero 2008



EL SUFRIMIENTO DESDE LA PERSPECTIVA CRISTIANA

En la vida de las personas siempre hay problemas, algunos de estos traen sufrimiento, ya sea por pérdidas, otras por recibir ofensas de aquellos a quienes se estima o se ama, por abandono, por pobreza, en fin, innumerables son las situaciones humanas donde vamos a sufrir tribulaciones. No podemos comparar un sufrimiento con otro, el dolor que sufre un vecino nuestro al perder un ser querido, no se puede comparar al dolor propio al tener la misma pérdida, siempre va a existir una diferencia porque los seres humanos somos distintos unos de otros. Podremos percibir cierta similitud pero nunca será igual un sufrimiento que otro. Lo mismo sucede en términos de madurez, no es lo mismo el dolor de la pérdida a los 6 años que a los 60 años, sin embargo, la intensidad puede ser la misma en la misma persona, lo que sucede es que enfrentamos la situación de distinta manera a medida que vamos desarrollándonos como personas.
En una persona cristiana, el dolor de la pérdida no es igual a la de una persona incrédula. Esta última va a tener un duelo muy doloroso e incluso hasta de culpabilidad con relación a la persona que perdió. En cambio, una persona cristiana puede sentir dolor pero al mismo tiempo tendrá el consuelo del gozo al saber que su amada persona está con el Señor.
Pero, estos dolores humanos no se pueden comparar con el dolor del Señor Jesucristo en el huerto de Getsemaní. Sus lágrimas eran humanas porque estaba en un cuerpo de hombre, pero eran lágrimas supremas, lágrimas que caían mezcladas entre agua y sangre. Nunca ser humano alguno podrá sentir el dolor de la soledad que tuvo nuestro Señor en ese lugar, tanto así que el Padre enviò un angel para que le asistiera. Era el dolor de Dios manifestado en Cristo, dolor previo al que tuvo que sentir en la Santa Cruz del Calvario. Dolor físico, dolor psicológico, dolor espiritual. Todos los dolores en uno solo, la agonía y la muerte en la Cruz.
Cuando sintamos dolor por alguna razón en nuestras vidas, miremos la Cruz. Pensemos que en esos momentos no estamos solos y que no es un angel el que viene a consolarnos, sino el mismo Señor Jesucristo que lo hace con su mirada amorosa y compasiva y al mismo tiempo concentrémonos y sintamos el consuelo del Espíritu Santo que mora en nosotros para que podamos al mismo tiempo sentir el gozo de ese consuelo y entregar nuestro dolor a Cristo.
Diácona Elena Montaner

Mat 16:21; Mat 17:12 - Jesús sabía de su sufrimiento.
Mat 20:18-19 - Jesús sabía que resucitaría.
Mat 26:37-39 - Jesús sufrió pero aceptó la Voluntad de su Padre.
Juan 3:14 - Había un propósito con su sufrimiento, el propósito de su Padre
Hechos 3:18 Soberanía de Dios (Santa Voluntad)
Isaías 53 Lo que Dios mismo habló por medio del Profeta
2ª Corintios 12:7-10 - Soportar los sufrimientos con Paciencia. Por amor de su Nombre.
Job 2:3-4 - Cuando el sufrimiento se instala en uno mismo.
Job 2:10 - La aceptación de su Voluntad a pesar de todo.
Job 2:11 - ¿Ir a acompañar o ir a sufrir?
Job 4:6 - Recriminaciones que hunden más en el sufrimiento.
Job 5:8 - Volverse a Dios en el sufrimiento
Job 5:18 - Dios restaura.
Isaías 58:7-12 - Vivir el sufrimiento real no aparente, no quejarse permanentemente. El sufrimiento trae experiencia para comprender a los otros que sufren. Olvidarse del propio sufrimiento.