sábado, 25 de junio de 2011

¿Cómo experimentamos el Perdón? Tercera Parte



El Miércoles 25 de Mayo nos reunimos nuevamente para continuar analizando nuestra experiencia de perdonar. Como siempre fue una sesión extraordinaria ya que pudimos compartir sobre la necesidad de perdonar que todos y todas tenemos. Es una verdad irrefutable que no perdonar nos acarrea problemas que perturban nuestra paz interior. En el evangelio Pablo nos dice "Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestro corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús" (Filipenses 4:7)...por lo tanto orar para pedirle al Señor que nos ayude a perdonar es fundamental, de modo que se pueda cumplir esta Palabra.


No perdonar nos trae consecuencias desastrosas, he aquí algunas:


Origina sentimientos negativos


  • Nos echa a perder el ánimo en algunas ocasiones


  • El rencor nos impide vivir la vida con plenitud


  • No perdonar nos encadena y por lo tanto nos paraliza


  • Perdemos energía


  • Etc. pues son muchísimas....



    • En este Taller nos dimos tiempo para escuchar un cuento sobre el perdón y también abordamos algunas técnicas interesantes que nos ayudarían a perdonar, tales como:



      - Pensar en el problema, tomándose un tiempo después de haber vivido la afrenta.



      -Reflexionar, para no tomar decisiones equivocadas que pueden agravar la situación con la persona.



      - Comprender nos ayuda porque al tomarnos un tiempo y reflexionar podemos comprender el problema e incluso al otro que nos ofendió o por lo menos encontrar explicaciones.



      - Aceptar el dolor de la ofensa. El dolor es necesario, no podemos ignorar o tapar lo que sentimos. Con el sufrimiento se aprende.



      - Cuando el tiempo ha pasado tampoco se trata de seguir con alimentando el dolor, sencillamente hacer a un lado el problema y rodearse de experiencias y personas positivas.



      - Finalmente perdonar. Cuando ya estamos bien entonces podemos perdonar.



      Finalizamos la sesión creando entre todos(as) una oración:



      Dios, te pedimos que derrames tu amor misericordioso sobre nosotros, que nos regales tu Paz, que nos des tu bendición y que pongas perdón en nuestros corazones. Te pedimos tu Misericordia, comprensión y armonía para sentirnos como una rosa sin espina, para no dañar a nadie y entregar tanto amor que nadie quiera hacernos daño y solamente nos llegue el rocío.